Hay una serie de comportamientos que revelan que estamos en una situación de estrés. De hecho, no debemos esperar a padecer situaciones físicas o psíquicas como las mencionadas anteriormente para darnos cuenta de que lo padecemos. Estas son las “señales” de que “algo” está pasando:
• Cerrar los puños e introducir el pulgar en el interior: síntoma claro de tensión o ansiedad.
• Apretar las mandíbulas: cerrando la boca con fuerza y que incluso los dientes crujen.
• Morderse las uñas
• Agitar las piernas o pies: el temblor de piernas es uno de los grandes clásicos, se produce cuando el cuerpo necesita eliminar tensiones
• Otras señales: son cambios repentinos de humor, desgano general, sentimientos de frustración, sensación de perder o no tener tiempo, hostilidad, impaciencia, olvidos frecuentes, elevar el tono de voz o hablar demasiado aprisa.
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