martes, 9 de septiembre de 2014

Hábitos Alimenticios en Adolescentes


El ingreso a la preparatoria trae una serie de cambios en la vida de los jóvenes, que van desde separarse de la familia, en algunos casos cambio de casa y ciudad, adaptarse a nuevas normas, compañeros de estudio, niveles elevados de estrés y manejo del tiempo. Dentro de estos cambios la alimentación resulta uno de los factores menos visibles en los estudiantes, pero que generan mayores problemas en la salud a mediano y largo plazo.
            Sin embargo tales hábitos alimenticios saludables son factores que de igual manera influyen sobre el crecimiento  y desarrollo del ser humano, que contribuyen a la disminución de ciertas enfermedades, e incluso a mejorar la calidad y estilo de vida que favorece el estado de salud de una población.
            Debe destacarse también que la alimentación está determinada por ciertos factores como son el nivel socioeconómico, la disponibilidad de los alimentos, saltarse algunas comidas, poco tiempo para comer, costos elevados, comer entre horas, comida rápida y malos hábitos como tomar alcohol y fumar. Todas estas conforman las costumbres alimentarias de los jóvenes preuniversitarios que son parte importante de su conducta estudiantil. Ya que asumen la responsabilidad de su alimentación, por lo cual se convierte en una etapa crítica para el desarrollo de hábitos alimenticios, lo que repercutirá en su salud.
            En otras palabras, se podría decir que los  adolescentes cubren la necesidad de alimentarse por dos vías: una de acuerdo a lo que necesita y puede obtener, y la otra basada en lo que le ofrece la publicidad, lo que le anuncian los medios de comunicación. Por esa razón es importante tomar en cuenta la influencia que esta ejerce sobre los hábitos alimenticios.
La alimentación diaria es algo común que frecuentemente se pasa por alto su importancia, limitándose a satisfacer un antojo o a calmar el apetito, por ello se debe reflexionar sobre la conveniencia de alimentarse adecuadamente, satisfaciendo las necesidades del organismo.
Se ha percibido en forma cotidiana que los tipos de alimentos de mayor consumo entre los preuniversitarios son las comidas  rápidas como, antojitos y refrescos, estos pueden ser por los horarios que presentan para sus diferentes experiencias educativas y la falta de una cafetería dentro de la escuela que expida alimentos nutritivos y de calidad, que no comen en casa o si lo hacen,  ellos mismos se preparan su comida ya que sus padres están trabajando, lo que puede generar hábitos alimenticios no saludables que provocan enfermedades y ponen en riesgo su salud.
            Así también, debido a la diversidad de actividades de los estudiantes de preparatoria, como asistir a clases, periodo de exámenes, hacer trabajos en equipo extra clase, estudiar solos en casa, actividades deportivas y cursos extra fuera de la escuela, conducen a un desmejoramiento de su calidad de vida y la adquisición de hábitos poco saludables, como malos hábitos alimenticios, pues ellos deben optimizar su tiempo para cumplir con todos sus quehaceres cotidianos, lo que genera una demanda alta de estrés, desgaste emocional, físico y mental requerido para su formación académica.
            Actualmente  la etapa de la adolescencia es crucial en el desarrollo de la persona en la que se van adquiriendo hábitos que en la mayoría de los casos se mantiene en la edad adulta, con un riesgo o beneficio para la salud. Estos hábitos de riesgo incrementan de forma notable la probabilidad de desarrollar ciertas patologías en la vida adulta.
            La adolescencia es una etapa decisiva para generar estilos de vida, es por esto que se considera importante conocer los hábitos alimenticios que presenta una población de jóvenes bachilleres, así como determinar qué factores están influyendo en esos hábitos alimenticios. Y como consecuencia de dicha investigación de hábitos,  generar soluciones que contribuyan a mejorar la calidad y estilo de vida de los estudiantes.




Como se originan los malos hábitos alimenticios
            Los modos de alimentarse preferencias y rechazos hacia determinados alimentos están fuertemente condicionados por el contexto familiar desde la etapa infantil, en la que se incorporan la mayoría de los hábitos y practicas alimentarias de la comunidad.
            Los progenitores influyen en el contexto alimentario, en aspectos como el tipo, cantidad y horarios de alimentación, así como edad de introducción de los mismos. Los modelos de alimentación aplicados por estos están basados en la disponibilidad de alimentos, el estatus social y las tradiciones culturales. Además de las influencias sociales, se ha señalado que el ambiente familiar tiene un impacto relevante sobre el patrón de ingesta y la conducta alimentaria. De hecho se dice que es en la familia donde se adquieren hábitos y costumbres de todo tipo, incluyendo los hábitos alimenticios y las costumbres culturales relacionadas con la alimentación.
            En el caso de los adolescentes, su mayor independencia y disponibilidad de dinero, la introducción de hábitos de consumo de productos pre cocidos y comida rápida, contribuyen en las últimas décadas a producir modificaciones en sus hábitos alimenticios. Así también la constante exposición a la publicidad de alimentos y bebidas de alto contenido calórico, ricos en grasa, azúcar y sal, así como la gran oferta de este tipo de alimentos ha inducido un cambio importante en el patrón de alimentación de jóvenes que con frecuencia no observan hábitos alimenticios adecuados. Aspectos como la diversidad de actividades, la búsqueda de identidad, y aceptación social y una creciente preocupación por su aspecto, propician que sus hábitos se vuelvan incorrectos, eliminan comidas regulares, ingieren una gran proporción de alimentos entre comidas y no es raro que omitan comidas en sus hogares.
            De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Esanut 2006) la prevalencia de sobrepeso y obesidad en los adolescente fue de 33.3% de los cuales 22% tenían sobrepeso y el 10% obesidad, estas cifras se incrementan notablemente entre los 20 y 30 años, en los que la actividad física se reduce, provocando que el exceso de peso se presente en más de la mitad de la población, especialmente en los estados de la región Norte de nuestro país en los que, por su magnitud, es considerado un problema de salud pública.
            Algunos factores de riesgo potenciales para presentar obesidad en la adolescencia influyen factores genéticos, físicos, estilos de vida y condiciones ambientales, socioeconómicas y culturales.

            El origen de los problemas alimentarios comunes en los adolescentes es:
  • Incremento en la independencia familiar
  • El deseo de verse aceptados en círculos sociales
  • Acoso publicitarios de alimentos “chatarra”
  • Horarios escolares rígidos
  • Actividades extraacadémicas
  • Alimentación desordenada
  • Alto consumo de refrescos y golosinas
  • Escaso control y conocimiento de los padres respecto a la alimentación de sus hijos adolescentes
  • Aumento de tamaño de porciones de alimentos en restaurantes de comida rápida
  • Menor consumo de frutas y verduras
  • Vida sedentaria

Debido a la influencia que ejerce la alimentación sobre el desarrollo y evolución de las enfermedades, un mayor conocimiento sobre cuáles son los hábitos alimenticios que influyen durante la adolescencia en la ganancia de peso en la vida adulta, puede ser de utilidad para elaborar estrategias con el objetivo de promover conductas alimentarias saludables.
Probablemente será la adolescencia la última oportunidad de aplicar normas dietéticas y consejos de promoción de la salud antes de la instauración de hábitos de la edad adulta, que en muchos casos ya serán definitivos.
Las más recientes recomendaciones dietéticas (RDA) de la Food and Nutrition Board of the National Research Counsil . 1989 (EE.UU)  para adolescentes se ha establecido en función de peso edad y sexo. Son las que más se utilizan y mejor orientan, tomando edades desde los 11 a los 24 años, las cuales se resumen en la siguiente tabla:
ASPECTO /NUTRIENTE
RECOMENDACION
Energía
Chicas……..2200 cal
Chicos……..2500 a 3000 cal
Proteínas
Chicas……445 a 46 gr/día
Chicos……45 a 59 gr/día
Grasas y carbohidratos
50% de la dieta es carbohidrato
30-35% de la dieta para grasa
Minerales
Calcio……500 a 1200 mg/día
Hierro y Zinc … Chicas…..15mg/día
                          Chicos…..12mg/día
Vitaminas
. A…….1 microg de retinol/dia
   D……10 microg/dia
De las otras vitaminas no hay recomendaciones especificas

La adolescencia es una etapa decisiva en el desarrollo humano por los múltiples cambios fisiológicos y psicológicos que en ella ocurren los cuales, a su vez, condicionan tanto las necesidades nutricionales como los hábitos de alimentación, actividad física y comportamiento. Además, está demostrado que estos hábitos tiene repercusión en el estado de salud en la vida adulta.
            Es preocupante saber que la mayoría de los adolescentes tengan un consumo bajo de verduras, frutas y cereales con un aumento en el consumo de alimento chatarra o rápida, sumadas a bebidas azucaradas con alto contenido energético.
Los hábitos alimenticios saludables se van arraigando en la etapa adolescente si se ha contado desde la infancia con una dieta alimenticia equilibrada, buena formación nutricional escolar y buenos hábitos en casa, sin embargo, los adolescentes que no han tenido esta fortuna de cimentar fuertemente su dieta,  es en esta etapa de la vida donde todavía pueden adquirir buenos hábitos alimenticios, por esto es importante que los centros educativos implementen programas enfocados a la promoción y fomento de adecuadas y correctos hábitos alimenticios y estilos de vida, tanto en educación como en salud. La necesidad de esto es apremiante, como lo marcas varias referencias bibliográficas consultadas que enseguida se mencionan:
De acuerdo a la Guía de Hábitos saludables para jóvenes (2007) .Uno de cada cuatro europeos de 14 a 24 años reconoce que su alimentación habitual no es saludable. La falta de tiempo, las comidas frecuentes fuera de casa o lo poco atractivos que son los alimentos sanos (definidos por ellos como insípidos y poco apetitosos) son las razones más frecuentes dadas por esos jóvenes para disculpar su alimentación poco saludable, dejando la puerta abierta al negocio de la producción y venta de comida basura.
De acuerdo a la guía de tendencias alimentatec (2008) la compra de los alimentos, que es una conveniencia, que está relacionada tanto con el producto (platos preparados) como con el envase (abre-fácil microondables) y tiene como objetivo facilitar el trabajo a los padres y a los menores, que adquieren más independencia a la hora de alimentarse. Existe una tendencia muy marcada en el caso de las frutas y las verduras, que adoptan formatos cada vez más portátiles y fáciles de consumir.
El diario americano de la Medicina Preventiva (2007) señala que los investigadores analizaban el comportamiento de los adolescentes de 11 a 15 años y, encontraron que casi el 80% tenían actividad física múltiple y comportamiento dietético de riesgo, casi a medias por lo menos tres comportamientos de riesgo y solamente 2% resolvieron las pautas de salud en el estudio.
Como señala Ana Martínez Rubio en su estudio sobre Hábitos alimenticios en adolescentes en España (2005), el 21% de los chicos y 29.7% de las chicas realizaban consumos adecuados de verduras y aunque el 98.4 % tomaban algo de fruta, como media se estimaba que solo se consumía 1.87 de fruta por día, cuando lo recomendado es ingerir tres pociones diarias, objetivo que solamente alcanzaba un 14 % de chicos y un 15% de chicas. La etapa de mayor riesgo de bajo consumo estaba entre los 14 y 17 años.
Señala un estudio en Latinoamérica por la consultora TNS WORLDPANEL (2006), que a la hora de elegir bebidas frías, los adolescentes optan por los refrescos de cola o bebidas carbonatadas, mientras que lo referente a las calientes elige las de cacao. Además los adolescentes escogen como postres el arroz con leche, yogurt o crema con frutas y en caso de optar por la fruta prefieren la mandarina o plátano, más fáciles de pelar.
En un estudio realizado con 150 estudiantes de cuatro carreras de Ciencias de la Salud en la Universidad de San Pablo en Madrid, España sobre los hábitos alimenticios en relación con sus conocimientos en nutrición en el 2004,  obteniendo como resultado la deficiencia de vitamina E, fibra,  magnesio y ácido fólico en la mayoría de los estudiantes, sin importar su orientación profesional, pero no hubo diferencia en la ingesta de energía y nutrientes en las diferentes carreras.
En otro estudio en la ciudad de Ávila, España en un grupo de escolares de 11 años en 10 centros educativos en el año de 2001, también sobre hábitos alimenticios se obtienen los siguientes resultados: escaso consumo de pescado, comida rápida y pre cocidos. Sin embargo el consumo de refrescos y golosinas es alto. Loa alimentos más consumidos son los lácteos.
En el 2004, en ciudad Obregón, Sonora, se realizó otro estudio sobre hábitos alimenticios y estado nutricional de estudiantes de secundaria, encontrando que la diferencia estadística entre los hábitos alimenticios no es significativa, sin embargo el 31% de los estudiantes realiza tres comidas al día, el 50% desayuna en casa, el 82% come en escuela y 63% lo hace en la calle.
Por otro lado un estudio similar realizado entre los años de 2008 y 2011, en la ciudad de México en más de 900 estudiantes del CCH-Vallejo de la UNAM, se concluye que el 60% de los alumnos comen fuera de casa, de estos 57.2% pertenecen a familias caóticas. Un 70% consume refresco y un 85% consume alimentos “Chatarra” y pertenecen a familias estructuradas.
Contrastando con los anteriores estudios, una investigación realizada en zona rural de la comunidad de Milagros, Ecuador. En el año de 2008 con 80 alumnos se concluye que los estudiantes tienen peso  y talla adecuada para su edad, con excepciones de alumnos con pesos inadecuados que coinciden con malos hábitos alimenticios. Sumada a la anterior otro estudio realizado posteriormente en el 2012, también en Ecuador, concluyen que hay un deficiente rendimiento académico  influenciado por los malos hábitos alimenticios.




3 comentarios:

  1. Hola, maestra sol, soy Ivón Valenzuela del 3 H y mi opinión sobre la información que proporciona en el blog es:
    Que en verdad es demasiado importante realizar estos cálculos, ya que de esta manera podemos evitar enfermedades ya sea por exceso o escases de peso. No solo debemos pensar en cómo es que nos vemos físicamente , sino que lo más importante es estar bien de salud , y muchas veces como adolecentes tomamos en cuenta la apariencia que lo que no pueda ocurrir si no nos cuidamos correctamente en todos los sentidos.
    Además de saber realizar estos cálculos debemos también estar conscientes que los podemos mantener en su manera adecuada, realizando actividad física, con una buena dieta etc. De esta manera no estaremos bien solo con nuestro cuerpo sino que también con nuestra mente.

    ResponderEliminar
  2. Maestra sol le dare una opinion de lo que pienso de la nutricion. La nutrición es un aspecto que yo pienso que se debería tomar en las escuelas como un tema bastante prioritario ya que la obesidad infantil en nuestro país es un problema que es bastante serio y debería ser tomado con mucha importancia y esto pasa gracias a que los niños no son educados correctamente en su alimentación por eso pienso que desde la educación primaria se debe enseñar lo que es él consumo con medida de alimentos para prevenir futuros trastornos alimenticios, por ultimo quiero agregar que gran parte de la obesidad infantil se debe al menú promedio de él mexicano ya que esta tiene demasiadas grasas es por eso que la obesidad en general esta tan presente en nuestro país.

    CARLOS MEDINA JAIME 3B

    ResponderEliminar
  3. Considero que este tema es uno de los más importantes, pues no cabe duda que gracias a la alimentación que llevemos sabes que nuestro organismo está funcionando, correcta o incorrectamente, también tiene mucho que ver en el sentido fisico-psicologico de las personas pues alguien que no tiene buenos hábitos, su rendición baja entonces esto ocasiona que le persona no cuente con energía suficiente para realizar sus actividades diarias, en lo que en un largo plazo afectaría bastante.
    Entonces, me gustaría que entendieramos, me incluyo, que alimentación es algo básico en nuestra vida, que nos preocupamos más por tener un cuerpo saludable, disminuir las comidas chatarras y aumentar las comidas saludables, aún que como adolescente, entiendo que las comidas saludables no son tan buenas como quisiéramos es por eso que recurrimos a lo rico.
    Me parecería una buena idea, más campañas con mayor disciplina hacia las personas con tema a su alimentación, en especial con niños y adolescentes que es ahí donde empieza todo y es cuando adultos que se lamenta no tener buenos hábitos, que existan reglas en la escuela, como que halla un tiempo para comer frutas. El caso es que la gente genere conciencia sobre cómo.i esto puede repercutir en un futuro.
    En conclusión, este tema es muy delicado y creo yo, lo estamos tomando como algo insignificante, deberíamos preocuparnos más por como esta nuestro organismo, a cómo se siente mejor que el preocuparnos por un buen aspecto físico.
    Me pareció muy bueno este tema, pues es algo que con el tiempo se a vuelto muy preocupante y debemos de hacer que cambie, pues si antes no había problema y la gente sabía que era bueno y no, también ahora se puede.
    Gema Domínguez Solís 3- "C"

    ResponderEliminar